Cubeta de vidrio para espectrofotómetro 20mm luz
Cubeta de vidrio óptico para espectrofotometría con paso de luz de 20 mm (Caja de 2 unidades).
Esta cubeta de vidrio óptico con superficies pulidas permite mediciones espectrofotométricas en el rango de 340 a 2.500 nm con un paso de luz de 20 mm, asegurando alta precisión en cada análisis.
Material: Vidrio óptico de alta calidad.
Diseño: Celdilla con tapa y acabado pulido para máxima transmisión de luz.
Rango de longitud de onda: 340 a 2.500 nm.
Paso de luz: 20 mm con una tolerancia de ±0,02 mm.
Capacidad: 7 ml.
Presentación: Caja con 2 unidades.
Diseñada para laboratorios que requieren resultados fiables y reproducibles en espectrofotometría.
Cubeta de vidrio óptico para espectrofotometría con paso de luz de 20 mm
Celda de vidrio óptico de alta calidad, ideal para espectrofotometría y análisis químicos. Diseñada con precisión para garantizar mediciones fiables.
Material: Elaborada en vidrio óptico con excelente resistencia química.
Diseño: Paredes pulidas que optimizan la transmisión lumínica. La tapa de plástico (no hermética) previene contaminaciones.
Presentación: Caja de 2 unidades para almacenamiento práctico.
Rango de longitud de onda: 340 a 2.500 nm.
Paso de luz: 20 mm con una tolerancia de ±0,02 mm.
Capacidad: 7 ml.
Dimensiones:
· Exteriores: 12,5 × 12,5 mm.
· Ancho interior: 10 mm.
· Grosor de la base: 1,2 mm.
Características generales
La cubeta ha sido fabricada mediante sinterización de sus paredes, un proceso térmico en el que los conglomerados de polvo se compactan por presión sin alcanzar la temperatura de fusión. Gracias a este método, se obtiene una estructura robusta y uniforme.
Presenta una alta resistencia a soluciones de 6 MOL/L de hidróxido sódico, manteniéndose intacta tras 24 horas de exposición sin sufrir filtraciones ni daños estructurales. Asimismo, soporta la acción de 6 MOL/L de ácido clorhídrico en idénticas condiciones sin mostrar signos de deterioro. Su resistencia se extiende a disolventes orgánicos como etanol, tetracloruro de carbono y benceno, garantizando estabilidad tras un contacto prolongado.
Mantenimiento de las cubetas
Debido a su precisión y delicadeza, las cubetas deben manipularse con especial cuidado. Se recomienda limpiarlas y secarlas inmediatamente después de su uso para preservar su integridad.
Para evitar alteraciones en las mediciones, es importante no almacenarlas en ambientes corrosivos ni dejar sus superficies en contacto con líquidos durante tiempos prolongados, ya que pueden generarse depósitos o manchas difíciles de eliminar. Las paredes no deben entrar en contacto con materiales duros como metal o vidrio para prevenir ralladuras.
Es fundamental no llenar completamente la cubeta. El líquido debe cubrir solo la zona de paso del haz de luz para que, en caso de dilatación térmica, pueda expandirse sin ejercer presión excesiva. Si se llena hasta el borde, se debe colocar el tapón con suavidad para permitir la salida del exceso de líquido sin forzar el cierre.
Limpieza de las cubetas
El vidrio óptico y el cuarzo presentan una gran resistencia a productos químicos. No obstante, el fluoruro de hidrógeno puede dañar sus superficies en poco tiempo.
Salvo contadas excepciones, pueden emplearse disolventes ácidos y alcalinos, así como compuestos orgánicos, en su proceso de limpieza sin riesgo de deterioro.